Luego de pedir sugerencias sobre el mejor lugar para sacar nuestros pulgares y mostrar nuestros letreros hechos de cartón y plumón, nos lanzamos a la aventura. El primer buen samaritano paró 30 minutos más tarde; era un marino a punto del retiro que en unos meses se mudará a Mayotte, una isla de propiedad francesa en el océano Índico, en donde la esposa había encontrado trabajo. "Disculpen que no platique mucho, pero acabo de regalar a mi perro pues no puede hacer el viaje, y eso me ha puesto mal...". A pesar de ello, el viaje con él fue agradable y se mostró bastante parlanchín.
El segundo trayecto lo hicimos con una familia, encabezada nuevamente por un hombre de armas. Esta vez un oficial de la Fuerza Aérea, ya retirado, quien viajaba con sus dos hijos más pequeños. Por primera vez tuve la oportunidad de convivir con niños franceses, aunque fuera por un par de horas. El niño, de 11 once años, pasó cerca de media hora contando chistes sobre árabes -"estaba un francés, un inglés y un árabe en un avión a punto de estrellarse..."-; lo peor de todo, decía su padre, es que todas estas historias "las oye de sus amigos árabes". Así, por más racistas que sean, no hay tanta bronca, ¿o sí...?
Y ya bajo el manto de la noche -a pesar de ser las 5 y media de la tarde- una pareja de mediana edad nos salvó del frío invernal de la autopista y nos depositó a unas cuadras de la estación de tren de Nîmes, listos para iniciar nuestra segunda parte de la aventura, es decir, encontrar hospedaje.
El cocodrilo encadenado a una palmera es el símbolo de Nîmes.
Aunque hicimos reservación en un albergue de juventud, éste resultó estar en una colina, como a 30 minutos caminando del centro, lo cual hacía complicado el quedarnos ahí, sobre todo después del cansancio del viaje y el frío que calaba los huesos. Así que tras arrastrar las suelas por las calles del centro, finalmente encontramos un hotel dentro de nuestro presupuesto que nos permitiría visitar esa misma noche la ciudad.
La Roma francesa
Asentada en la actual región de Languedoc.Roussillon, Nîmes es llamada "la Roma francesa" por la cantidad de vestigios de la cultura latina que es posible encontrar en su territorio. Estos no son fortuitos. La ciudad original fue construida por los romanos entre el 120 y 117 A.C., sobre una villa gala.
Para no convertir a este post en un relato interminable, dejaré que las imágenes en movimiento hagan el resto. Sólo para llenar algunos huecos informativos, platicaré por último sobre la Casa Cuadrada y el Coliseo o los Arènes.
La Casa Cuadrada o la Maison Carrée es un antiguo templo romano hexagonal que ha tenido distintas funciones a lo largo de su historia. Hoy es lugar para proyectar una película en 3D de la época romana de la ciudad (y para colocar una pista de hielo en invierno en su explanada lateral). Es, además, la obra de la época romana mejor conservada del mundo.
En cuanto a la arena romana o les Arènes, éste data del 60 D.C aproximadamente y es un anfiteatro de estilo romano (como el coliseo de Roma, pero más pequeño). Hoy sirve como sitio turístico y para celebrar corridas de toros. De hecho la fiesta brava es muy popular por acá; la "Feria de Nîmes" de cada mes de mayo tiene como objeto central a la tauromaquia.
De igual forma, la estatua de "El Nimeño" que está en la explanada exterior prueba el amor de la ciudad por esta actividad. Este personaje fue un toreror de la ciudad quien perdió la vida, pero no sobre la arena y a "cuernos" del toro, sino en un accidente de auto. En el traje de la estatua es posible observar los detalles originales que incluyen distintos objetos apreciados por este hombre, como un dinosaurio de juguete de su hijo.
Les Arènes y "El Nimeño"
Y ahora sí, aquí van los vidéos:
Parte uno: Las inundaciones y el canal.
Parte dos: Los Jardines de la Fuente y el templo de Diana.
Parte tres: Los Jardines de la Fuenta y la Torre Magna.
Parte cuatro: El coliseo de noche.
Y bueno como en los videos nunca lo explicamos, aquí va la historia sobre el escudo, la cual es simple. En la época romana, había unas monedas con una imagen similar que representaba la sumisión de Egipto al Imperio. Ésta continúo como símbolo de Nîmes y en 1985 tomó su forma actual, ya que las formas del cocodrilo y la palmera tenían un estilo diferente.Et voilà!
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