Ayer fue día de corrección de exámenes en mi curso de francés. Cuando tocó el turno a la prueba de Comprensión Escrita el eurocentrismo afloró en la sala 704 del Mirail.
La nota de Le Figaro en línea que la profesora escogió informaba sobre una reunión de 15 países "del sur" a principios del año para realizar una lista de sus objetos históricos expuestos en museos europeos y estadounidense y los cuales quieren de vuelta. Ejemplo: la piedra Roseta egipcia y diversos objetos del Machu Pichu peruano.
Aunque a la reunión que tuvo lugar en El Cairo también asistieron representantes de Italia y Grecia que piden su patrimonio histórico de vuelta, la cabeza de la nota decía "Países del Sur quieren recuperar sus objetos históricos". Para los franceses -y parece que para todo europeo-, el término "países del Sur" es un sinónimo de "países en vía de desarrollo/3er mundo/pobres" o "países no-occidentales"; en oposición a "países del Norte".
Fue por esta selección de palabras que empezó la discusión. A excepción de Joseph, un inglés de Manchester, todos los presentes éramos originarios de "países del Sur": México, Colombia, Argentina, Kazajstán, Corea, China, Japón... (tenemos una compañera polaca pero imagino que la reciente entrada de Polonia a la Unión Europea aún no convierte a este país del "Este" en un país del "Norte").
Para mí y la mayoría de los presentes, "Sur" no es ni específico, ni adecuado, más allá que "Norte" me hace pensar en Islandia y Escandinavia irremediablemente. Por ejemplo -preguntaba yo a la profesora- ¿Australia es país del Sur o no? Está en el hemisferio Sur, no es europeo pero es tiene un estilo de vida occidental y es una de las primeras economías mundiales. México está en el hemisferio norte, en el mundo conocido como "occidental" pero no es reconocida como potencia mundial (a pesar de que los índices más recientes colocan a la nación latinoamericana en la posición 13, mientras que Francia está en la 15 del tablero internacional...).
La profesora ya no sentía lo duro sino lo tupido. Y sé (sabíamos) que ella no era la responsable del término y que ella no sería tampoco la encargada de cambiarlo. Lo que me sorprendió fue comprobar su renuencia a aceptar que el uso de Sur y Norte era extraño e incluso estúpido -por no decir poco actualizado...; comprobar que si bien es cierto que algunos países del hemisferio sur no tienen el mismo desarrollo tecnológico que otros (todo bajo criterios europeos), las condiciones actuales son muy distintas y ahora tenemos a China y Brasil entre las 10 primeras potencias del mundo.
Y cuando parecía que habíamos superado el debate, empezamos a preguntar cómo sustituir la frase "los países demandantes (que pedían la devolución de sus piezas)" por otra selección de palabras. "¿Podemos decir 'los países explotadores'? ¿O los 'países ladrones u opresores'? ¿O cómo es que llamamos a este grupo de países que le quitó o no quiere devolver el patrimonio histórico de los países 'más pobres'?".
La pobre sólo se quedó callada.
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