lunes, 9 de julio de 2012

Cocorico Canta el Gallo (11)


Baguettes y salchichas con Stereo Total


Stereo Total es una prueba de que la música rompe fronteras y cura heridas, en este caso históricas. Rivales encarnizados en las dos guerras mundiales y previamente en 1870, Francia y Alemania se unieron musicalmente desde hace más de una década a través de este dúo bastante peculiar.

De fácil y juguetona escucha, su definición se complica si atendemos a la gente de Saperlipopette (Ibero 90.9 FM): ”40% yéyétronic, 20% R’n’R, 10% punkrock, 3% efectos electrónicos, 4% beat francés de los 60’s, 7% diletantismo genial, 1.5% cosmonauta, 10% sintetizadores muy viejos, 10% 8-bit Amiga-sampling, 10% amplificadores de transistor, 1% instrumentos muy caros y avanzados, más una producción minimalista”.

Lo más sencillo, como siempre, es olvidarnos de estas etiquetas y sacar nuestras propias conclusiones. Sin embargo, la mezcla ecléctica descrita arriba da una idea de lo que podemos esperar de este dueto franco-alemán, cuyas canciones pueden estar en la lengua del Gallo o en la de Goethe, obviamente, pero también en japonés, español o turco.

Para comprender su eclecticismo y extravagancia basta echar un vistazo a la historia de la banda contenida en su página web. Ahí, Brezel Göring cuenta que la primera colaboración artística con Françoise Cactus –su pareja sentimental asimismo- fue “una grabación de 10 minutos de una receta de cocina en donde cada ingrediente tenía una connotación sexual”.

En cuanto a su versatilidad lingüística no podemos pasar por alto su versión de No controles, original de Nacho Cano e interpretada por Olé Olé, Flans y hasta los satelucos de Cafeta. Quizá no es la mejor (yo me quedo con la de los Tacubos) pero sí sirve para adelantar lo que podemos esperar de ellos.


En ese mismo álbum, titulado precisamente No controles (2009), encontramos que sus 15 títulos son cantados en español. Entre ellos destaca Amo amor a tres, unos de sus  temas más conocidos que ya habían interpretado en alemán (Liebe zu dritt) y en francés (L’amour à trois). 

Lo que yo amo
Es hacer el amor,
Especialmente a tres…
Sé que está pasado,
Totalmente hippy
Pero lo proclamo:
Amo amor a tres.

Moi ce que j'aime
C'est faire l'amour
Spécialement à trois.
Je sais c'est démodé
Ça fait hippie complet
Mais je le crie sur les toits
J'aime l'amour trois.


Lo que yo amo
Son las caricias
A cuatro manos.
Si hay uno cansado
El otro preparado
¡Uh! ¡Es el amor a tres!

Moi ce que j'adore
C'est les petits
Caresses à 4 mains.
Si l'un des 2 s'endort
L'autre s'occupe de moi
Ouh! Voilà l'amour trois.



Desde su primer álbum, Oh Ah, su sonido y propuesta artística quedó clara. El primer título, Dactylo Rock (en alemán), cuenta la historia de una secretaria escribiendo una carta de amor, intercalando palabrería romántica con signos de puntuación. La instrumentalización incluye una máquina de escribir que incluso se avienta un solo. C’est la morte (Es la muerte) es una canción sin narrativa alguna pero llena de sonoridad y carácter lúdico. Para componerla, Françoise preguntó en bares de Berlín las frases que la gente conocía en francés y con ellas armó una rolita que habla de baguettes, cabarets, un general paseando por los Champs Ellysées, la guillotina, l’amour y la Côte d’Azur.


Con casi 20 años de carrera, el hacer una síntesis de sus éxitos y peculiaridades se vuelve complejo en un espacio tan pequeño. La recomendación esta vez es escuchar uno a uno sus álbumes, desde el Oh Ah de 1995 hasta el Baby Ouh! de 2010, pasado por el Do the Bambi (2004) donde el dúo agrupa temas reinterpretados de o compuestos para obras de teatro, musicales y bandas sonoras de películas. De entre éstas, cuatro están inspiradas en la cinta de Godard, Weekend (1967), y una más es un cover a uno de los temas de Naranja mecánica (1971) de Kubrick, con Françoise recitando algunos diálogos al principio del tema, como si fuera Alex, el protagonista.

Ahora sólo queda disfrutar de la música de Stereo Total y hacer más llevadera la cruda post-electoral... Esto es todo por hoy. Nos leemos y escuchamos en la siguiente entrega.

domingo, 1 de julio de 2012

El Chile y el Gallo: Diferencias electorales

Hoy acudí a votar en las elecciones federales. Una de las más importantes en la vida de México, según aseguran muchos analistas. Cualquier sea el resultado, será significativo: el regreso a la "dictadura perfecta" del PRI, como la llamó Vargas Llosa, el giro hacia la izquierda con el Movimiento Progresista o la primera mujer presidente con el PAN.

Imagen obtenida de www.laeconomia.com.mx

Sin embargo, el resultado no es el tema de este post, sino el proceso para llegar a él.

Si yo les compartiera tres detalles sobre esta jornada a mis suegros en Francia, sería objeto de risas y/o miradas de desconfianza y preocupación por saber que su hija y yerno viven en un país así.

1) La ley seca: Para mí ya casi es natural que un día antes de la jornada electoral no se venda alcohol, a pesar de que tengo bien claro de que "las mejores fiestas se dan en ley seca" como escuché a muchos decir y a otro tantos tuitear. Simplemente hay que abastecerse unos días antes ¡y listo! Lo triste aquí es que el gobierno tiene que inhibir que la gente se alcoholice y no vaya a votar o que se torne violento cerca de una casilla.

De acuerdo a Wikipedia, "en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Perú, Uruguay y Venezuela esta norma [la ley seca] entra en vigencia siempre cerca de cualquier tipo de elección a nivel nacional, como por ejemplo votaciones para Presidente y Congresistas de la República, Alcaldes o Presidentes Regionales". En países que nosotros en América Latina consideramos "menos desarrollados", como los africanos, esto no es necesario. Aquí la dejamos...

2) El IFE y los ciudadanos responsables: Hasta el cansancio el Instituto Federal Electoral (IFE) y uno que otro observador externo, nos han hablado sobre la confiabilidad del proceso electoral ya que éste es organizado y controlado por ciudadanos como tú y yo.

Efectivamente, otros países de la región y del mundo, desde hace años hablan de instaurar institutos similares. Efectivamente, el IFE es una organización de vanguardia en muchos sentidos y su más grande logro fue la alternancia en 2000. Sin embargo, nada es perfecto, y disculpen mi desconfianza y sentido crítico.


Cito los carteles del IFE colocados en las casillas hoy: "¿Quiénes cuentan los votos? ¡Tus vecinos! Los de las casillas son tus vecinos, amigos o familiares, es decir, personas como tú en las que puedes confiar".

Esos mismos vecinos, amigos y familiares que nos piden confiemos en ellos, hoy llegaron tarde a cumplir con su responsabilidad. Mi casilla, en lugar de a las 8 de la mañana, inició funciones a las 9:45. ¿Es tan difícil llegar a tiempo un día en la vida? Si son mis vecinos, quiere decir que viven cerca, ¿no es así?

¿Cómo les voy a confiar algo tan precioso como el conteo de los votos responsable y atinadamente si no pueden cumplir con algo aparentemente más sencillo como es el llegar con puntualidad?



Y no solo fue la mía. Los noticieros y portales informativos nos indican que esto es algo generalizado, hoy y en otras ocasiones: Pide paciencia consejero ante demora en la instalación de casillas. Y esto en Estado de México, y esto en Quintana Roo, y en Chihuahua y...

"Si una casilla no abiera a la hora en Francia, tendrías a una turba tirando la puerta para entrar. ¡Una huelga segura!", me decía por teléfono mi mujer -medio en serio, medio en broma- mientras hacía cola esta mañana.


3) El premio por votar: Y la última y no sé qué tan preocupante, la "recompensa" por votar.

El descuento o la promoción en tiendas, restaurantes y servicios al mostrar el pulgar entintado. ¿Qué el premio y el beneficio en sí no es la oportunidad de expresar qué es lo que quieres para México (IFE dixit)?

En fin... Ahora a esperar las angustiantes horas a que declaren ganador...