domingo, 1 de julio de 2012

El Chile y el Gallo: Diferencias electorales

Hoy acudí a votar en las elecciones federales. Una de las más importantes en la vida de México, según aseguran muchos analistas. Cualquier sea el resultado, será significativo: el regreso a la "dictadura perfecta" del PRI, como la llamó Vargas Llosa, el giro hacia la izquierda con el Movimiento Progresista o la primera mujer presidente con el PAN.

Imagen obtenida de www.laeconomia.com.mx

Sin embargo, el resultado no es el tema de este post, sino el proceso para llegar a él.

Si yo les compartiera tres detalles sobre esta jornada a mis suegros en Francia, sería objeto de risas y/o miradas de desconfianza y preocupación por saber que su hija y yerno viven en un país así.

1) La ley seca: Para mí ya casi es natural que un día antes de la jornada electoral no se venda alcohol, a pesar de que tengo bien claro de que "las mejores fiestas se dan en ley seca" como escuché a muchos decir y a otro tantos tuitear. Simplemente hay que abastecerse unos días antes ¡y listo! Lo triste aquí es que el gobierno tiene que inhibir que la gente se alcoholice y no vaya a votar o que se torne violento cerca de una casilla.

De acuerdo a Wikipedia, "en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Perú, Uruguay y Venezuela esta norma [la ley seca] entra en vigencia siempre cerca de cualquier tipo de elección a nivel nacional, como por ejemplo votaciones para Presidente y Congresistas de la República, Alcaldes o Presidentes Regionales". En países que nosotros en América Latina consideramos "menos desarrollados", como los africanos, esto no es necesario. Aquí la dejamos...

2) El IFE y los ciudadanos responsables: Hasta el cansancio el Instituto Federal Electoral (IFE) y uno que otro observador externo, nos han hablado sobre la confiabilidad del proceso electoral ya que éste es organizado y controlado por ciudadanos como tú y yo.

Efectivamente, otros países de la región y del mundo, desde hace años hablan de instaurar institutos similares. Efectivamente, el IFE es una organización de vanguardia en muchos sentidos y su más grande logro fue la alternancia en 2000. Sin embargo, nada es perfecto, y disculpen mi desconfianza y sentido crítico.


Cito los carteles del IFE colocados en las casillas hoy: "¿Quiénes cuentan los votos? ¡Tus vecinos! Los de las casillas son tus vecinos, amigos o familiares, es decir, personas como tú en las que puedes confiar".

Esos mismos vecinos, amigos y familiares que nos piden confiemos en ellos, hoy llegaron tarde a cumplir con su responsabilidad. Mi casilla, en lugar de a las 8 de la mañana, inició funciones a las 9:45. ¿Es tan difícil llegar a tiempo un día en la vida? Si son mis vecinos, quiere decir que viven cerca, ¿no es así?

¿Cómo les voy a confiar algo tan precioso como el conteo de los votos responsable y atinadamente si no pueden cumplir con algo aparentemente más sencillo como es el llegar con puntualidad?



Y no solo fue la mía. Los noticieros y portales informativos nos indican que esto es algo generalizado, hoy y en otras ocasiones: Pide paciencia consejero ante demora en la instalación de casillas. Y esto en Estado de México, y esto en Quintana Roo, y en Chihuahua y...

"Si una casilla no abiera a la hora en Francia, tendrías a una turba tirando la puerta para entrar. ¡Una huelga segura!", me decía por teléfono mi mujer -medio en serio, medio en broma- mientras hacía cola esta mañana.


3) El premio por votar: Y la última y no sé qué tan preocupante, la "recompensa" por votar.

El descuento o la promoción en tiendas, restaurantes y servicios al mostrar el pulgar entintado. ¿Qué el premio y el beneficio en sí no es la oportunidad de expresar qué es lo que quieres para México (IFE dixit)?

En fin... Ahora a esperar las angustiantes horas a que declaren ganador... 

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