viernes, 4 de marzo de 2011

Limosnero y con garrote (casi) literal

Un tema que veo a diario y sobre el cual no me he informado lo suficiente es el de los roms y el de la gente de viaje en general. Prometo hacerlo. Lo poco que sé es que los roms y los gitanos no son lo mismo, aunque casi, pero bueno, eso será parte de la investigación que vendrá pronto, sobre todo considerando que a mi llegada a Francia tuvo lugar la expulsión de este grupo por parte del gobierno de Nicolas Sarkozy.

Los protagonsistas de esta pequeña anécdota son un grupo de roms. No obstante, no es una muy favorable para ellos, debo adelantar.

Ayer, luego de una noche llena de situaciones extrañas y molestas en el trabajo, salí cerca de las 7:30 de la mañana del hotel. La industria turística -para quien no lo sepa- es una de las que más desperdicia recursos. Si hay algo que detesto es que se desperdicie la comida, así que cada vez que puedo y que encuentro la manera de hacerlo, tomo el pan que normalmente se tira a la basura cada mañana, y busco en mi camino de regreso algún vagabundo -personajes sobre los cuales también debo un post; ando con una de deudas en este blog...

Así que ayer por la mañana llevaba una bolsa con cerca de 20 piezas de pan, croissants, pan relleno de chocolate, y pan con pasas. La mayoría un poco duros pero comibles. Al llegar a la Place De Gaulle, que queda detrás del Capitole, me acerqué a un grupo de cinco o seis roms.

Antes de que pronunciara frase alguna, la más joven estiró la mano y tomó la bolsa. Luego de explicarles qué era (ya nomás por practicar el francés), uno de los hombres que estaba al fondo me llama. Al acercarme, me pide que le compre un café.

-No traigo dinero - respondí.
-Ahí hay un cajero - dijo señalando detrás de mí.
-No, lo siento. Pero ahí tienen pan.

Y luego otro de los hombres: "Un cigarrito, por favor". "No fumo; se lo debo..."

Perdón, pero es la última vez que intento ayudar a un rom. Les das la mano y te toman el brazo. Sólo les faltó un garrote.

Imagen común en Toulouse. 
Atrás quedaron los días 
en que ofrecían música a cambio de dinero...

4 comentarios:

  1. mi vida... una de las cosas que amo de ti es tu generosidad, pero este pan, daselo a algun vagabundo viejito, ni a los roms, ni a los pseudo punks...

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  2. Ah, los jóvenes pseudo-punks con sus canes, cerca de la estación de tren: ¡otro pendiente! Se siguen acumulando las deudas...

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  3. Hice lo mismo con una señora afuera de un centro comercial en Strasbourg. Compré una caja de paletas pero por el calor no me iban a durar mucho así que tenía que regalarlas. Qué mejor que a un niño como de cuatro años que estaba con su madre (muy posiblemente rom). Le dí la paleta al niño y eso bastó, todavía le ofrecí otra a la madre, la cual -creo- que aceptó. Y digo "creo" porque estaba más apurada e pedirme cinco euros (más) para el niño que en aceptar la paleta o en darme las gracias. Sin saber mucho ni de los roms, ni de su situación, me quedé con un muy mal sabor de boca. Literalmente son limosneros y con garrote.

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  4. Desde hace meses digo que tengo que publir otro post sobre los roms, pero lo he ido dejando. Mientras eso ocurre, aquí va una liga que encontré: http://www.lefigaro.fr/international/2010/08/25/01003-20100825ARTFIG00421-l-europe-et-ses-roms-entre-fermete-et-integration.php

    Seguro hay roms que están más integrados y que no se dedican a mendigar. Por desgracia los más "visibles" son los que piden limosna y dan mala fama.

    Saludos ERik.

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