sábado, 14 de mayo de 2011

La gente habla de América Latina o de India como sinónimo de caos, surrealismo, de escenarios "kafkianos"; esa gente jamás ha viajado con la SNCF, la compañía de trenes francesa.


Como todo monopolio, la falta de competencia provoca que nos les preocupe lo que piensan los clientes. Desde antes de salir de México, Marjorie me había advertido de lo malo que era el servicio, y pensaba que sus historias eran un tanto exageradas. ¡No lo son! Hemos usado poco el tren y ya nos habían tocado algunos problemas, pero ayer fue el clímax de mi relación con la Sociedad Nacional de Caminos de Fierro.



Billete para Nice con horario de 7:49 con distintas conexiones en el trayecto. El tablero indica retraso de 1:15 lo que significa que perderemos la primera conexión. A cambiar los boletos en la ventanilla X: 10 minutos de fila, viaje cancelado completamente así que tenemos derecho al cambio. Problema resuelto. Nuevo viaje para las 12:19. A esperar...

Regresamos 11:45: nuevo retraso de 1:15. Otra vez perderemos la conexión. A hacer fila en la ventanilla X. Mientras esperamos, el hombre adelante de nosotros se queja también. Cuenta que escuchó que la causa del retraso de la mañana fue un hombre que se suicidó tirándose a las vías. Pobre hombre, sí; cualquier muerte es lamentable, pero mi pregunta es: ¿estaba hecho de hierro o cómo es que su cuerpo pudo causar tantos problemas...? Al llegar con la empleada, nos dice que ella no se encarga de cambios, que de hacerlo nos cobrará. "¿Pero cómo es posible si en la mañana su compañero nos resolvió el problema sin chistar y sin cobrar?" Seguro fue un error, dice. "Tienen que ir  la ventanilla Y".



Vamos a la Y, encabronados. Cuando llegamos al final de la fila, el hombre decide tomar su descanso. ¿Y nosotros qué? "Ah, no sé, ya no me corresponde". Su compañero de seguridad se acerca y le explicamos el asunto. Su respuesta es que, de cualquier forma, no es en la ventanilla Y sino en la Z...

¡Ahhhhh!

Fila de la ventanilla Z... Llegamos, la mujer ve en su pantalla: duda, teclea, hace cálculos de cuál es la mejor solución. Nos mira y nos regresa los boletos sin cambiar nada. "Con los mismos boletos pueden hacer el viaje: no hay problema...". Una hora de fila para que, desde el principio no hubiera problema... ¡Ahhhh!

Ya en el tren, una y otra vez la voz del operador a través de los parlantes se disculpa por el retraso. La gente sólo se ríe de forma irónica, sobre todo después del "les deseamos un viaje agradable..."

En una de las paradas programadas, la misma voz explica finalmente lo que pasó: la grève -la huelga- es lo que pasa. Un inspector fue agredido en algún lugar del país y, en protesta, los trabajadores han llamado a la huelga, sin pre-aviso como regularmente se estila.

Y como no pueden suspender definitivamente el servicio -es ilegal desde hace algunos años- van acumulando retrasos. Y nosotros, en lugar de llegar a nuestro destino a las 14 horas, estamos bajando en Menton a las 22...

¡Maldita seas SNCF!

-¿Y si hiciéramos una huelga?
-¿Por qué?
-¡Eso lo pensamos más tarde!

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