viernes, 4 de febrero de 2011

Errores culturales


Ayer empecé a trabajar como recepcionista de noche de un hotel cuatro estrellas, el Grand Balcon Hotel, al lado del Capitol; otro día escribiré sobre la historia del lugar, la cual es muy interesante.

Una de mis obligaciones a cumplir entre las 9 de la noche y las 7 de la mañana es la preparación de todo lo relativo al desayuno, desde colocar las distintas selecciones de yogurts, jugos y cereales, hasta la cocción del huevo y las salchichas.

Una de las charolas que debo preparar es la que contiene todas las carnes frías. En los dos días que me entrenaron para estas tareas, la selección cambió tanto que aprendí que mi labor es preparar todos los platos posibles con todas las carnes que encuentre en el refrigerador.

Cuando mi jefa llegó para revisar mi primera noche, vio algo que no estaba bien: el tocino no estaba cocido. ¿El tocino? ¿Cuál tocino? Ah, esas rodajas que puse junto las carnes frías…
 
En mi experiencia, el tocino viene en tiras, no en rodajas. Así que cuando saque el paquete de “bacon” –cuyo letrero además ni leí- y vi algo en rodajas, pensé que era otro tipo de carnes fría que los franceses acostumbran comer. No pasó a mayores, pero aprendí que hasta en cosas tan tontas uno puede ser traicionado por sus experiencias culturales.

2 comentarios:

  1. suerte mi gallo, sácale provecho a todas las experiencias!!!

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  2. Gracias Fer. Todavia nos debemos una visita. A ver quien se desplaza a la ciudad del otro antes.

    Un abrazo.

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