...la idealista...
En algún momento de la conversación, las movilizaciones sociales francesas salieron a la luz. Como escribí aquí antes, le decía a Nacho que los galos han agotado, en mi opinión, la huelga y las marchas como único método de presionar al gobierno y, sobre todo, que su decisión de salir a las calles llegó esta vez muy tarde, una vez que las reformas a la Ley de retiro se habían aprobado en la Cámara baja.
Nacho, sociólogo por deformación, me contestaba entonces que en España -donde empezó la maestría que continúa en Toulouse- las cosas no eran muy distintas. Allá las movilizaciones sobre unas reformas similares a las francesas habían sido convocadas durante las vacaciones... para después de este periodo. ¿Supondrían que nadia asistiría o les daría flojera desperdiciar el sol de verano? No lo sé.
Lo que siguió fue una pregunta de decepción de mi parte. Si en Europa ya no hay una sociedad civil capaz de actuar en tiempo y en forma contra las injusticias del Estado, ¿dónde la vamos a encontrar? Nacho respondió: "En América Latina".
En ese momento dudé unos instantes. Hoy, creo -espero- que no está tan lejos de la verdad. Y aunque los resultados no son los deseados, me parece que las sociedades latinoamericanas no dejan de levantar la voz. Apenas hace unas horas leía sobre las manifestaciones contra el alza de precio al transporte en Puebla.
Estudiantes y amas de casa exigen eliminar aumento al pasaje; imposible, responde Segob - La Jornada de Oriente, 13 de enero de 2011.
El problema no es que la gente en México -o en AL- no se movilice, sino que los gobiernos jueguen a los sordos y ciegos a los reclamos ciudadanos...
¿Hasta cuándo?
jueves, 13 de enero de 2011
Conversación latina en dos partes: Segunda...
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