viernes, 2 de diciembre de 2011

Cocorico Canta el Gallo (7)

Manau: Co’ co’ co’ rapea el Gallo


La onda expansiva del rap llegó a Francia desde la década de los 80’s. Similar a lo que pasó en los EUA, este nuevo género y toda la cultura urbana en la que se inserta sirvieron para poner a la población negra en primer plano. En el caso galo, el primer joven noir que apareció como presentador de TV fue el rapero Sidney, en el programa H.I.P. H.O.P. de la cadena privada TF1.

Como en otros países, poco a poco el rap se fue transformando y, si bien siguen existiendo ejemplos más o menos “puros” -con la diferencia obvia del idioma, claro está-, es posible encontrar grupos que ofrecen una mezcla particular, más “francesa” y menos monótona en lo que a su base rítmica se refiere.

El rap céltico de Manau no necesita más explicación. Fusionando ritmos y melodías de Bretaña con letras rapeadas, el trío formado por Martial, Cédric y R.V. se dio a conocer en el verano de 1998 con el sencillo La Tribu de Dana. Incluido en el álbum Panique Celtique (Pánico céltico), La tribu… y el resto de los títulos son un ejemplo ideal de la apropiación de un género.


Si bien Panique Celtique fue el más “celta” de sus discos, Manau ofreció en cada una de sus producciones algo distinto, hasta su disolución en 2007. Las gaitas que se imponen a los scratchs, los violines que anteceden al flow o el acordeón que regresa en cada estrofa para transportar a los verdes campos y a la melancólica visión del mar del noroeste de Francia, son elementos característicos de su aporte musical primario.

En cuanto a las temáticas, el pasado y el presente se entrecruzan con mito y realidad. Para su primer éxito, Martial se inspiró en el libro La epopeya celta de Jean Markhale, de donde extrajo el relato de Dana, la hija de un dios adorado por una tribu asentada en Irlanda. Mientras que para L’Avenir Est Un Long Passé (El porvenir es un largo pasado) las dos guerras mundiales son el fondo para la reflexión sobre la violencia, la sinrazón y las realidades contemporáneas de Francia.

Ya para su segundo disco, Fest Noz de Paname (Fiesta bretona en París), las instrumentaciones célticas compartían el espacio sonoro con algo de bluegrassTout le monde a besoin de tout le monde (Todo el mundo necesita a todo el mundo)- o con un poco de jazz –Je jazz les couleurs (Yo jazeo los colores). Sin embargo, la calidad y originalidad en lo musical y en lo lírico seguían presentes y de moda.

Como recomendación final aquí les dejo un ejercicio: escuchen La Tribu… y Mais qui est la belette (Pero quién es la comadreja), ambos contenidos en Panique…, y luego regresen a Tri Martold y La Jument de Michao con Nolween Leroy (Cocorico #4).  ¿Soy sólo yo o se parecen?

Hasta el próximo Co’co’corico 

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