domingo, 8 de abril de 2012

El Gallo y el chocolate de Pascua

Quien afirme que los franceses -y los católicos- no tienen sentido del humor, se equivocan.

La leyenda sobre las razones para regalar chocolate el lunes posterior a Pascua es la prueba irrefutable -o al menos en la versión que cuenta mi mujer.

Según ésta -la versión, no mi sacro-santa mujer- el Viernes Santo, al enterarse de la muerte de Jesús, las campanas de todas las iglesias de Francia volaron al Vaticano para encontrar consuelo en el Papa. El Domingo de Resurrexión, al enterarse de la buena nueva, regresaron a sus lugares de origen.

Como cualquiera sabe, las campanas son un tanto ladronzuelas, así que "tomaron prestada" un poco de la riqueza de la Santa Sede mientras el Papa vertía el Mediterráneo por sus ojos. En el camino de regreso, al agitar sus badajos de júbilo, la mitad de esta riqueza se les escapó, nomás que en forma de monedas de chocolate.

Por eso las campanas enmudecen desde el viernes hasta el domingo, y los niños -y uno que otro adulto- se atasca de chocolate el lunes... y el resto de la semana.

¡¡¿¿Por dónde empezar, oh Dios mío??!! ¿Cuál de las inexactitudes históricas me hace reír con más fuerza? Dios sabe que yo no lo sé...

¿Iglesias católicas en la "Francia" del año 33 D.C? ¿Vaticano y Papa al mismo tiempo que Roma persigue a los seguidores de Jesús? ¡Oh là là!

Y bueno, para rematar, aquello de que "toman prestada" la riqueza del Vaticano pero el pueblo la recibe en forma de chocolate, bueno... Para qué ahondar en el asunto... Solo utilizaré un término cibernético que detesto pero que queda a la perfección ahora: LOL.

Leyenda, mito o invento, mañana es el día en que los franceses obsequian chocolate, en forma de moneda, de huevo, de conejo, en barra o hasta con forma de gallo. ¿Chovinistas? No, para nada...

Pascua, junto con San Valentín y Navidad es de las temporadas en que las tiendas especializadas hacen su agosto.

Después de Pascua...



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