Sonoridades brasileiras, en las calles de Toulouse. |
La Fête de la musique se celebra desde los tiempo de Mitterand el 21 de junio, día del inicio del verano. Poco a poco, esta celebración se ha extendido por todo el mundo y hoy una centena de países tienen alguna actividad relacionada.
Los tambores de la Madre África en el corazón de la Ciudad rosa. |
El boulevard Metz, cerca de las 8 de la noche. La masa humana se extendía hasta el Puente Nuevo. |
Dancers in red
Después iniciamos el recorrido por todas las calles y plazas alrededor del centro, listos a descubrir sonidos y también sabores. Hay que saber que ese día, además de que toda expresión musical está permitida, otras muchas cosas que regularmente requieren permiso, como los puestos callejeros de comida, son tolerados. Cualquier otro momento, el poner un puesto de tacos requeriría de trámites engorrosos. El 21 de julio no. ¿Quieres sacar una cubeta y vender cervezas a 1 o dos euros? ¡También puedes!
Este es el segundo año que Banja decide vender tacos al pastor en este día: ningún permiso, ninguna "cuota", muchos clientes. |
Y en el plano estrictamente musical, cualquiera con un triángulo, o unas maracas o una banda más armada se puede apropiar de una plaza y montar su espectáculo, ya sea por el placer de compartir su talento o con la intención de pasar el sombrero.
Algunos Dj ofrecían sus sets originales, otros funcionaban como rocolas humanas |
Con o sin amplificador, en una esquina o una cuchilla. |
La Monja roquera, colocada a las puertas de la Iglesia de Taur. A un lado, una pantalla compartía la letra de su canción. |
Algunos grupos que contaban con el apoyo de negocios, se presentaron sobre tarimas y con ingenieros de sonido supervisando la calidad. |
A pesar de la variedad, lo que me pareció más interesante fue el ver la reacción de la gente; la forma en que los tolosinos aprovechan ese día para desgreñarse, sacar toda su energía y, en algunos casos, olvidarse de sus "modales" y de las restricciones sociales.
Para la anécdota:
El último grupo que escuchamos fue uno tradicionalmente sureño, llamada "banda", compuesto por metales -saxofón, trompeta, trombón y tuba- y cuyo repertorio incluye melodías francesas, pero también españolas -muy en el ambiente taurino-. El climax de su presentación, al menos para mí, fue cuando tocaron ¡La Adelita! Aunque aquí la conocer como Caracas, saben su nombre original aunque no su significado histórico. Lo que les gusta es la melodía jovial.
El día se acabó cerca de las 10 de la noche, pero la Fiesta de la Música siguió hasta las 5 de la mañana... |
Suena chévere, una chela, uno tacos y música, mucha música.
ResponderEliminarChévere sobre todo las primeras horas, hasta las 9 más o menos. Ya luego, la cantidad de gente en algunas calles era insoportable: imagínate el atrevesar 50 metros ¡en 15 minutos!
ResponderEliminarSí vi (escuché) cosas muy interesantes a nivel musical pero lo que más me sorprendió definitivamente fue todo ese mar de gente.
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ResponderEliminarAGPIC