Territorios encontrados, reflexiones sobre migración y desplazamiento es el nombre de la mesa de discusión en la que participaré mañana martes 19 de mayo a las 7 p.m en la Alianza Francesa de Puebla (2 Sur 4920, Col. San Baltazar Campeche).
Para dar orden a mi intervención, aquí algunos puntos a compartir con los asistentes ese día usando como herramienta este blog y otros sitios electrónicos.
Para dar orden a mi intervención, aquí algunos puntos a compartir con los asistentes ese día usando como herramienta este blog y otros sitios electrónicos.
- Introducción:
Mi estancia en Francia de agosto de 2010 a octubre de 2011 tuvo como base un proyecto sentimental que vinculé con uno académico y profesional. Para entender el contexto de mi partida de México, aquí un fragmento de la crónica que hice sobre mi experiencia con la película El infierno:
Mi estancia en Francia de agosto de 2010 a octubre de 2011 tuvo como base un proyecto sentimental que vinculé con uno académico y profesional. Para entender el contexto de mi partida de México, aquí un fragmento de la crónica que hice sobre mi experiencia con la película El infierno:
Antes de seguir debo redactar mi “yo confieso”:
Confieso que no conozco el desempleo, que no he probado el hambre y que el sudor no era la moneda que llevaba el pan a mi mesa. Confieso que mi padre no nos golpeaba y que ni él ni mi madre son alcohólicos -ni siquiera de los sociales-, y que en mi casa había un televisor por cada miembro de la familia. Confieso que asistí a escuela y universidad privadas, que vivía en casa propia, que viajé en avión una decena de veces antes de mi mayoría de edad, y que el cine, el teatro y espectáculos eran parte de mi rutina mensual.
[...]
Exiliado por voluntad propia, aterricé el 21 de agosto de 2010 en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, con una visa de estudiante, una novia francesa y el plan de permanecer fuera de México de uno a tres años -sujeto a posibilidad de nunca volver.
La antesala |
- Capítulo I: Toulouse y las migraciones
Cuarta ciudad en importancia económica y segunda en población estudiantil, Toulouse, la Ciudad rosa, fue mi lugar de residencia. Ahí conviví principalmente con latinos y asiáticos dentro del seno de la entonces llamada Université Toulouse II: Le Mirai donde cursé Francés como Lengua Extranjera (FLE). En enero de 2015, el Insee reportaba que había 453 mil 317 tolosanos, de los cuales, de acuerdo al ATLAS de la migración de la región de Midi-Pyrénnés, 1 de cada 10 es inmigrante (pág. 5); a su vez, la mitad de esos inmigrantes es de origen africano (pág. 6).
Otra cara de la ciudad vinculada con la migración la constituyen los refugiados republicanos que hicieron de ella la capital del exilio español; en general el sur francés recibió a gran cantidad de ibéricos que huían de Franco.
Bernardo Djatang, colega migrante |
- Capítulo II: Yo y la migración
Además de mi calidad de inmigrante, mi acercamiento al tema de manera más profesional y ordenada se dio hacia el final de mi estancia en Francia durante la preparación del proyecto audiovisual (inconcluso) sobre la calle Bayard.
Gracias a este documental con tintes de ficción conocí la experiencia migratoria puntual de amigos latinos y franceses además de conocer mejor mi barrio adoptivo donde la presencia de culturas extranjeras era notoria. Así describía esta variedad de Bayard en su momento:
Más allá de poseer los colores de alguna de las numerosas comunidades de inmigrantes que habitan aquí, Bayard ofrece una visión de la realidad económica y social de Francia. Sin ser exhaustiva, la lista incluye: más de cinco restaurantes de kebabs, una peluquería árabe, una tienda de “noche” –también árabe-, un par de panaderías y pastelerías, una tienda de ropa africana, una asociación de tango, decenas de consultorios médicos, tres tiendas de distintas cadenas francesas, un par de restaurantes asiáticos, un restaurante de alta comida regional, dos salones de belleza 100% franceses, una estación de bicicletas propiedad del ayuntamiento, media docena de taxiphones o locales para llamadas al extranjero, y varios hoteles de tres, dos o cero estrellas donde las prostitutas de la zona cierran sus negocios.
Más allá de poseer los colores de alguna de las numerosas comunidades de inmigrantes que habitan aquí, Bayard ofrece una visión de la realidad económica y social de Francia. Sin ser exhaustiva, la lista incluye: más de cinco restaurantes de kebabs, una peluquería árabe, una tienda de “noche” –también árabe-, un par de panaderías y pastelerías, una tienda de ropa africana, una asociación de tango, decenas de consultorios médicos, tres tiendas de distintas cadenas francesas, un par de restaurantes asiáticos, un restaurante de alta comida regional, dos salones de belleza 100% franceses, una estación de bicicletas propiedad del ayuntamiento, media docena de taxiphones o locales para llamadas al extranjero, y varios hoteles de tres, dos o cero estrellas donde las prostitutas de la zona cierran sus negocios.
Solidaridad con México |
- Capítulo III: Contactos galos
Mi contacto con franceses se dio en un marco de carácter más formal, cada vez que necesitaba emprender un trámites administrativos, en mi lugar de trabajo y en los distintos proyectos radiofónicos y cinematográficos donde colaboré. Como es normal en estos casos, fue hasta mi regreso a México que pude sopesar lo que mi estancia fuera me dejó.
Los poblanos de Patita de Perro en Toulouse |
Es claro que mi experiencia en Francia sigue ofreciéndome distintas oportunidades y otras nuevas experiencias en el plano personal y profesional -prueba de ello es esta participación en una actividad de la Alianza Francesa de Puebla. Sin embargo, mucho del éxito de mi re-inserción en el campo labor poblano se lo debo a mi capital social previo a mi desplazamiento. Lo importante, creo, es buscar enriquecer nuestra mirada a través de la mirada ajena, ya sea desde nuestro lugar de origen o fuera de él.
Marsella |
Nîmes |